En un clima sinodal, los asambleístas utilizaron la metodología de la “Conversación en el Espíritu”, para definir la meta y los objetivos del Plan Pastoral 2024.
Por Marianne Colmenárez
Ha sido una Asamblea totalmente distinta a las que hemos asistido, el lugar y la organización nos ha regalado aires de libertad. La presencia de tantos jóvenes nos ha dejado esperanzados”, manifestó José Murillo, coordinador de la Pastoral Afro de la Arquidiócesis de Panamá.
Así como Murillo, la totalidad de los participantes de la Asamblea Arquidiocesana de Pastoral formaron parte de grupos de trabajo integrados por sacerdotes, diáconos, consagrados, religiosas y laicos, entre jóvenes y adultos, que fueron ubicados por vicarías, en el Gimnasio de la Universidad Santa María La Antigua. A su llegada, más de 700 personas fueron registradas.
Con el acompañamiento y guía de Monseñor Daniel Lorenzo, Vicario Episcopal de la República Dominicana, los participantes utilizaron durante los tres días de la jornada la metodología del Sínodo, la “Conversación en el Espíritu” centrada en la capacidad de escucha.
“Se logró crear una atmósfera de confianza y acogida propicia para discernir sobre los logros, dificultades del Plan Pastoral Arquidiocesano, así como también las propuestas y compromisos asumidos para este año”, afirmó monseñor Lorenzo.
Asegura que esta “práctica sinodal nos hace más conscientes de la presencia y participación del Espíritu Santo en el proceso de compartir y discernir”.
Evaluaron sin miedos ni tapujos
Desconocimiento del Plan Pastoral, en las distintas estructuras eclesiales, fue una de las debilidades confirmadas por la mayoría de los grupos de trabajo.
Recalcaron en las intervenciones que existe una crisis de identidad a todo nivel: personal, familiar comunitario, étnico cultural y social, agravada especialmente por el individualismo.
“Por ser personas creadas a imagen y semejanza de Dios, que es Uno y Trino, los seres humanos tendemos a la unidad en una diversidad. Pero… el pecado divide, y caemos en el individualismo, nos cuesta caminar junto al hermano, escucharle con detenimiento, busco hacer lo que me parece, algunos se creen más que los otros y tristemente eso se refleja en la familia, en los trabajos y en lo social”, explicó monseñor Daniel Lorenzo
Según lo expuesto, la iglesia, los agentes y la evangelización, viven una crisis de fe que se manifiesta también en el poco compromiso y testimonio, hay resistencia al cambio y deficiencia en el seguimiento.
Durante el desarrollo de la Asamblea, se promovió el uso de la tecnología como una herramienta de trabajo ecológica.
La mutua colaboración
El Plan Pastoral es la organización que hace la Iglesia para cumplir la misión de Jesús, “todos los bautizados estamos llamados a extender el Reino de Dios que comienza aquí en la tierra”, reiteró.
Frente a la realidad observada, el Plan Pastoral de este año invita a trabajar la mutua colaboración y participación de todo el Pueblo de Dios.
La meta del ideal que lograron definir durante la Asamblea, “es promover esa colaboración mutua desde la realidad de cada zona pastoral, vicaría y parroquia”, dijo monseñor Lorenzo.
Realizaron un estudio y consenso de cada una de las partes de la meta, analizando sus objetivos.
Cada año, el plan pastoral arquidiocesano se ajusta a las realidades y necesidades de la sociedad panameña.
El arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa, señaló que, “si en cada parroquia se asume la promoción y ejecución de este proyecto pastoral se asegura la organización, la continuidad y la progresividad de la misión evangelizadora en la Arquidiócesis de Panamá”.
“Cuando su párroco es trasladado a otra misión, el sacerdote que viene no debe empezar de cero, por ello todos estamos llamado a proteger el Plan Pastoral”.
Para monseñor Ulloa es necesario pensar en procesos e itinerarios que nos involucren y comprometan progresivamente como bautizados.
Algunas tareas definidas para llevar a cabo este año 2024
En la celebración eucarística del tercer día de la Asamblea de Pastoral, el Arzobispo Metropolitano, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, especificó ocho tareas que fueron elaboradas en consenso, compromisos asumidos por los asambleístas.
1- Impulsar la vida de oración, personal, familiar y comunitaria, en el marco del Jubileo Universal del 2025.
2- Definir y compartir aportes para la segunda sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que se llevará a cabo del 2 al 27 de octubre. Para trabajar esos aportes se definió participar del 9 al 13 de abril.
3- Promover la colaboración mutua y la participación en las familias, iglesia y en la sociedad.
4- Crear y fortalecer los espacios de participación para los jóvenes en la iglesia y en la sociedad.
5- Establecer sistemas de comunicación efectiva, en todos los niveles eclesiales y en la sociedad. Se debe comunicar esa buena nueva a todos.
6- Desarrollar procesos sistemáticos de formación inicial y permanente de los agentes, en todos los niveles de la acción pastoral.
7- Prepararse para el Jubileo de la Arquidiócesis de Panamá, a celebrarse en el 2025.
8- Trabajar en la sectorización de las parroquias. Al menos sectorizar en papel y manifestarlo.
