La pandemia provoca cambios e innovación en la educación católica

La pandemia provoca cambios e  innovación en la educación católica

La Iglesia en Panamá celebra este 16 de agosto el “Día de la Educación Católica”. Directivos de varios colegios del país reflexionan sobre el crecimiento que han tenido frente a esta realidad.

Marianne Colmenárez

Con honestidad reconocen que ningún colegio católico estaba preparado para asumir los cambios radicales que traía la pandemia; lograr la modalidad virtual para impartir las clases fue todo un reto, sobre todo, para instituciones que ni siquiera página web tenían.

“Fue algo disruptivo y hasta cierto punto traumático en su momento”, afirma fray Salvador Barba, director del Colegio San Agustín de David.

Hoy miran atrás, y valoran el arduo trabajo de profesores, del personal administrativo y  familias, pero sobre todo de los alumnos; verdaderos protagonistas que han sabido responder a la complejidad de la situación.

El hermano Julio Herrera, director del colegio San José de la Salle de Colón asume el cargo en plena crisis, recibió una institución con más de mil estudiantes, sin plataforma tecnológica, sin sitio web, solo tres redes sociales gratuitas.

ACCIÓN. Medidas necesarias para reducir riesgos de contagios.

“Nos tocó comprar el dominio electrónico, adquirir una plataforma y preparar a nuestros colaboradores para que asumieran el reto.  Invertimos tiempo y recursos económicos, aunado a esto los docentes rompieron la barrera del miedo, unos renunciaron por no sentirse capaces; sin embargo, los que se quedaron demostraron apertura, entusiasmo y responsabilidad para poder llevar adelante todo lo que implica enseñar a través de entornos virtuales”, dijo Herrera.

Retos
  • El Papa Francisco invita a poner en el centro de todo proceso educativo a la persona, su dignidad y su valor.
  • La conectividad se ha vuelto clave en la productividad de las clases. El Hno. Julio Herrera sostiene que el servicio de Internet en el país debe mejorar, presenta constantemente fallas.
  • “El desafío más urgente es el regreso a clases de una manera adaptativa y satisfactoria en el proceso enseñanza aprendizaje” Fray Salvador Barba.

En el colegio que dirige elaboraron un estudio de factibilidad económica, para confirmar si era posible operar semipresencial. Adquirieron nuevos tanques de agua, dispensadores de gel, lo necesario para cumplir con las normas de bioseguridad.

Por su parte el Colegio Agustiniano Nuestra Señora del Buen Consejo de Chitré está  trabajando en modalidad semipresencial desde inicios del segundo trimestre,  después de haber trabajado por seis meses en el protocolo de bioseguridad, aprobado por el Ministerio de Salud y con la certificación del Ministerio de Educación como escuela segura.

Para Sor Esther Rodríguez, directora del plantel, la pandemia fue la oportunidad de que todas las escuelas católicas del país buscaran los medios para responder a esta demanda que se venía pidiendo en el mundo.

“Tenemos que estar ubicados donde están verdaderamente los jóvenes, un mundo que tiene también sus virtudes”, destacó la religiosa.

MISIÓN. La educación es ante todo una cuestión de amor y responsabilidad que se transmite en el tiempo de generación en generación.

Explica que juntos deben construir puentes de encuentros, con el cambio que debe posibilitar la escuela y el cambio que a su vez el estudiante debe tener frente a los aprendizajes.

“El estudiante de hoy es el protagonista de su proceso educativo, ellos hacen valer sus intereses. Allí el docente solo debe acompañarles con creatividad, estrategias para que aprendan a identificar sus  habilidades y destrezas, deben ser capaces de resolver problemas, de vivir liderazgos y tener responsabilidad social”, dijo.

Solo el 50% de 914 alumnos asiste a las instalaciones del colegio, el personal docente y administrativo en su totalidad vacunado con la segunda dosis.

Nuevos aires llenos de solidaridad

“Desde este año la Federación de Educación Católica de Panamá ha estado presente animando el proceso de cada colegio a través de visitas, reuniones, encuentros formativos e informativos virtuales, que nos han facilitado estar al día en información relevante de normas y programas que van surgiendo en las circunstancias actuales”, manifestó la hermana Martha Gómez, directora del Colegio San Gabriel de la Dolorosa, de Arraiján.

La FECAP ha elaborado un plan integrativo que busca integrar no sólo a los colegios que llevan religiosos y religiosas o la Iglesia como institución, sino todo colegio que esté identificado en su proceder formativo con la fe católica.

La hermana Marta aseguró, “que en la región educativa de Panamá Oeste, los siete colegios que forman parte de la Federación de Educación Católica de Panamá FECAP están  trabajando al 100% para garantizar la educación integral de los estudiantes”.

Lugar de encuentro y de vivencia de la fraternidad universal

El Santo Padre en su última Encíclica Fratelli Tutti destaca que las familias están llamadas a una misión educativa primaria e imprescindible. Y a su vez subraya  que los educadores y formadores que, en la escuela o en los diferentes centros de asociación infantil y juvenil, tienen la ardua tarea de educar a los niños y jóvenes; están llamados a tomar conciencia de que su responsabilidad tiene que ver con las dimensiones morales, espirituales y sociales de la persona.

Sea cual sea la modalidad utilizada, el propósito principal de la escuela católica siempre ha sido el desarrollo del ser, por medio de la formación integral que acompaña al estudiante en su proceso de aprendizaje potenciando sus habilidades como agentes de cambio y convirtiéndolo en un ser humano auténtico que impacte positivamente en la la humanidad. 

CERCANÍA. Volver a las aulas de clases, anhelo de la mayoría de los alumnos.

En sintonía con el Papa Francisco, fray Salvador Barba director del Colegio San Agustín de David asegura que “todos hemos aprendido mucho más del mundo tecnológico, se ha podido confirmar que es importante y muy buena la tecnología. Pero también, se ha desmitificado muchas cosas, ya que la presencialidad, el contacto humano produce la verdadera alegría del encuentro”.

Los colegios católicos también tienen el desafío de un nuevo replanteamiento de la evangelización.  “Una evangelización que descubre las redes como fundamentales dentro del proceso catequético, pero que no abandona la cercanía afectiva como espiritualidad y disponibilidad para acompañar a los más afectados dentro de esta realidad pandémica”, asegura fray Salvador.

Desde el Colegio San Agustín se ha seguido la catequización para los sacramentos de confirmación y comunión, la formación espiritual a los docentes y el grupo de pastoral con jóvenes del colegio.