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Layla y la cadena de amor que permitió su trasplante de hígado

Layla y la cadena de amor que permitió su trasplante de hígado

Dando gracias a Dios, Layla cuenta cómo un donante fallecido le dio el más grande regalo de amor, su hígado, convirtiéndose en su héroe.  En Panamá hoy 17 de noviembre se conmemora el Día Nacional de Trasplante de Órganos, con el propósito de motivar a la población a realizar este acto altruista ya sea como donante vivo o donante fallecido.

 

Por Diamar Díaz

Llena de agradecimiento, Layla Stleiman relata su viaje en la búsqueda de la salud, que incluye a un personal médico con vocación e inspirado y un donante, que dio vida tras su muerte, mediante un obsequio invaluable como lo es el donar sus órganos.

Esta joven dama inició esta travesía hace cinco años, en la que se enlazaron virtudes como la paciencia, la fe y perseverancia, sobre todo en los momentos de mayor prueba.

Layla observó que su vientre se había empezado a abultar, y tras visitas a varios galenos descubrió el origen de su enfermedad: poliquistosis hepática, una enfermedad caracterizada clínicamente por hepatomegalia dolorosa (hígado agrandado), distensión abdominal, sensación de saciedad y/ o dolor lumbar.

Este mal congénito solo podía erradicarse con un trasplante de hígado, y aunque la mayor complicación era encontrar un donante, un equipo de médicos y otros profesionales de la salud de la Caja de Seguro Social (CSS) dio más allá de la famosa milla extra, para alcanzar el propósito de realizarle la intervención.

Para ese propósito se activaron distintos protocolos para descubrir, entre otras cosas, la condición de la enfermedad; descartar la afectación de otros órganos o si, tras la poliquistosis, había otra enfermedad oculta. Este proceso también permitió conocer si el cuerpo de la joven sería capaz de resistir el trasplante del nuevo órgano.

En el transcurso de ese tiempo estuvo acompañada por el equipo de protocolo de trasplante hepático que trabaja en la CSS.

Este grupo estuvo en cada uno de los procesos, desde el examen gastroenterológico y renal, pasando por citas con trabajo social, psicología y psiquiatría, esta última disciplina muy importante porque como paciente era necesario que estuviera consciente de cómo iba a ser cada parte de este camino e irse preparando para el momento en el que pudiera realizarse el trasplante.

«Han sido supremamente humanos. De hecho, los considero mi segunda familia, a todo el equipo médico y enfermeras que se han portado muy bien conmigo, desde el día del trasplante hasta hoy… han sido un excelente equipo», afirmó la paciente.

Fueron cuatro años de espera, en las que se preparó física y mentalmente, practicando actividad física y cambiando su tipo de alimentación, para estar en las mejores condiciones para cuando se diera la intervención.

 

Una de esas noches recibió la llamada esperada… ¡había un donante!, tanto en ella como en su familia hubo frenesí, y como vivía cerca del Complejo Hospitalario “Dr. Arnulfo Arias Madrid” – donde se realizaría la cirugía – se trasladó rápidamente.

Pero esa ilusión se rasgó como una hoja de papel, porque a pesar de que era compatible con el donante fallecido, el protocolo comprobó que el hígado del donador no estaba en el mejor estado y para evitar complicaciones futuras se descartó que fuera operada.

Aunque estaba consciente de que la decisión fue para su bien, psicológicamente fue muy duro verse tan cerca de lograr su cometido y no poder alcanzarlo.

No obstante, la paciencia todo lo logra. Tres meses después vino la segunda y definitiva llamada. Layla dosificó su entusiasmo, ante la recién pasada situación, pero la actitud positiva mostrada por los médicos, le hicieron saber que ese momento tan esperado, finalmente, había llegado.

«El doctor dijo: “¡vamos pa’lante… vamos pa’lante!”, me relajé y me entregué a ellos, y de verdad hicieron un excelente trabajo», compartió Stleiman.

Fue una cirugía compleja, hubo complicaciones poscirugía, porque su cuerpo no estaba aceptando el órgano, pero gracias a los conocimientos y disposición incansable se superó esa prueba.

Ya ha pasado un año de esta experiencia y Layla reflexiona sobre todo lo vivido y de cómo se dio todo un engranaje para devolverle la salud, por lo que…

 

En la CSS en 2023 se han efectuado 65 trasplantes de órganos

En lo que va 2023 se han efectuado 65 trasplantes de órganos dentro de la Caja de Seguro Social (CSS) informó la doctora Ihamir Duarte, Coordinadora Nacional de Trasplante de esta entidad de seguridad social.

Actualmente se encuentran en lista de espera de un órgano para trasplante, 217 personas.

Indicó que la galeno desde que iniciaron estas intervenciones que consisten en el reemplazo de un órgano enfermo por otro sano, se han registrado más de 1500 trasplantes, siendo los componentes del cuerpo que se pueden donar en nuestro país: hígado, corazón, riñones, córneas y células hematopoyéticas.

De estos, 998 corresponden a riñón; 99 de hígado, 199 de córneas, 315 de células hematopoyéticas y 6 de corazón.

Para quienes deseen donar explica la doctora Duarte que se puede dejar plasmada su intención, en la cédula de identidad personal al sacarla por primera vez o cuando se realice la renovación del documento.

También puede inscribirse en la Coordinación Nacional de Trasplante (CNT) ubicada en cuarto piso, del edificio de Nefrología y Trasplante, en la Ciudad de la Salud, cuyo número telefónico es 513-8254.

La Coordinadora de Trasplante subrayó que es importante no asumir que no se puede ser candidato a donar por vivir con una condición o enfermedad.

Precisó que los médicos especialistas serán quienes se encarguen de evaluar el caso y de dar las recomendaciones. En nuestro país se aceptan para donación personas hasta los 70 años.

Un dato que es fundamental, es que se les comunique a los parientes que desea ser donante, ya que muchos familiares se niegan por el desconocimiento, a cumplir con la voluntad del fallecido.

En nuestro país a través de la donación de órganos de un fallecido se puede salvar la vida de hasta seis personas.

La Da. Duarte invitó a la población a ser ese héroe sin capa, y trascender dando vida a otra vida. “Exhortamos a la población a tomar su decisión de donar en vida y ser más empáticos con el hecho de ser donantes. Los donantes y las familias son los verdaderos héroes anónimos”, concluyó.