La unidad ha sido clave para lograr que los distintos grupos y movimientos de familia trabajen como uno solo y de la mano, en clave de sinodalidad.
Por Karla Díaz
Con motivo del Sínodo, propuesto por el Papa Francisco, la Pastoral Familiar a nivel nacional y los movimientos de familia han decidido trabajar unidos y caminar de la mano en la lucha por la defensa y la protección del núcleo de la sociedad.
Gracias a varias reuniones, lograron concretar, y se han reunido con el Movimiento Familiar Cristiano, Matrimonios en Victoria, Encuentros Matrimoniales, Novios en Victoria, Encuentro para Novios y los Focolares.
Mabel de Fernández y su esposo Octavio son los responsables de la Pastoral Familiar a nivel nacional, destaca que luego de estos encuentros han logrado crear un plan nacional, y de hecho, el Día del Niño por Nacer lograron que, por primera vez en una sola actividad, los movimientos de la arquidiócesis, movimientos a nivel nacional y pastoral familiar, cada uno en sus diócesis, celebraran con caminatas y eucaristías, cuando antes, todos los hacían por separado.
A nivel de las diócesis se harán caminatas, distinto a la arquidiócesis que la realizará a fin de mes. Además, están preparando ferias familiares, y una actividad que quieren destacar es la reunión que están teniendo todos los lunes en una formación para conocer y aprender los itinerarios catecumenales que ha pedido el papa Francisco, que se lleven a cabo para preparar a las parejas hacia el matrimonio.
“Así como el sacerdocio es una vocación, así mismo la familia y el matrimonio es una vocación, y estamos preparándonos porque el Papa quiere que se lleve a cabo esa preparación antes, durante y después del matrimonio”, aseguró.
En cuanto a las conclusiones obtenidas, luego de estas reuniones, destaca que la más importante es que solos no pueden, y que es necesario seguir trabajando en unidad para llevar adelante el proyecto de familia, hablando el mismo idioma.
Por último, recordó que tendrán su XXXI Encuentro Nacional de Agentes de Pastoral Familiar el 16 y 17 de septiembre en Colón, con el lema “Familia tú vales, caminemos juntos”.
Se vive un trabajo más colaborativo y efectivo
Como grupo que trabaja por la familia, Jaime Sterling y su esposa apoyan y aportan a la Pastoral Familiar, en la proyección en la que se encuentren, parroquial o diocesana.
Con la nueva dinámica de trabajo cada grupo o movimiento trata de apoyar a las familias desde su carisma y de acuerdo a las necesidades puntuales de cada una, en ruta a la familia con el grupo que lo puede ayudar de la mejor manera. No hay competencia, más bien sinergia.
“En nuestro papel como responsables nacionales, nos reunimos desde el Consejo Nacional de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Panameña (CONAFAVI), con los otros grupos y movimientos y los responsables diocesanos de Pastoral Familiar.
También apoyamos a nuestros representantes diocesanos del MFC a que participen en sus pastorales familiares, pero la realidad es que no todas las diócesis las han desarrollado”, destaca Jaime.
La planificación que hacen desde CONAFAVI, y que llega a todos los grupos diocesanos, es la de un trabajo y proyección anual, dando temarios para que todo sea compartido, que las actividades se desarrollen de manera conjunta y se vea la unidad reflejada en todas las familias.
“Con el lema de este año: -Familia: tú vales, caminemos juntos-, queremos dar a entender a todas las familias, dentro y en la periferia de la parroquia, que todas son importantes y que las queremos y vamos a acompañar”, asegura.
Ya hay instituciones que han solicitado la colaboración de diversos grupos para que den charlas sobre familia, en diferentes perspectivas. Sin embargo, esperan que sean más, no solo las entidades públicas sino también las privadas.
“Con el tiempo, así será como celebramos la etnia negra y se festeja en grande, asimismo debe ser en el mes de la familia”, puntualizó.
Los buenos ciudadanos nacen de la familia
Monseñor Rafael Valdivieso Miranda, Obispo de la diócesis de Chitré, es también el responsable del tema de Familia de la Conferencia Nacional Panameña. Para él es fundamental ir al génesis, recordando que es en esta célula en la que se da la formación de valores humanos, cristianos, morales, y cívicos. Todo se transmite en la familia, allí se aprende a orar, y se aprende a pedir perdón.
“En la medida que haya una cultura de familia sólida, integrada, que haya comunión, cariño, diálogo, habrá integración y actitudes que formen para la sociedad, para la vida, para una profesión, para una vocación”, dijo monseñor.
Los conflictos actuales, nacen de problemas familiares
Aquellos conflictos en los que algunos hablan mal de nuestra fe, de la familia, de la comunidad, cuando se hacen manifestaciones de este tipo que buscan perjudicar, por lo general, son problemas de familia.
“A veces estas corrientes que llegan, y que algunos dicen que es genético, natural, que es orgullo, científicamente no está comprobado. Lo que sí se ha podido comprobar es que muchas personas con problemas afectivos han tenido conflictos con la figura paterna o materna, es decir en sus familias”.
Agrega que a veces nos preguntamos cuál es el origen de estas corrientes, de estas personas a las cuales no juzgamos, ni tampoco rechazamos, más bien buscamos ayudar, pues hay mucho que sanar, mucho que curar, sobre todo cuando los conflictos vienen de las familias.
“Todas esas situaciones que se viven hoy se dan porque hemos perdido el ideal, porque tenemos el corazón duro”, dice el Obispo.
Y es que la familia ideal no es la que no tiene problemas; en cada casa hay peleas y conflictos, lo importante es reconocer que fallé, que no llegué a tiempo, reconocer, pedir perdón, es vivir la realidad y entender a lo que uno se enfrenta en el momento de adquirir un compromiso con alguien.
En cuanto a los movimientos familiares, de nuestra iglesia, señala que en cada uno de ellos se vive una experiencia, en la cual se experimenta el reavivamiento de las expresiones de amor.
“A ellos los animo en el trabajo que están realizando para que sigan fortaleciéndose más familias y sean cada día más los que luchemos para proteger a nuestros esposos, esposas, hijos, haciéndoles ver que cada uno como miembro de una familia, tiene valor”, señaló monseñor Valdivieso.
