Después de varias tormentas, tanto económicas como políticas, la emisora de la Arquidiócesis de Panamá sigue en pie y mejor que nunca, con cobertura nacional y en Frecuencia Modulada. Lo mejor está por llegar.
Con Radio Hogar, durante estas casi siete décadas, se pusieron en acción los tres ejes de la acción de la Iglesia: el profético, el litúrgico, y el social. Con una valentía propia de la espiritualidad jesuita (congregación que manejó la emisora por 51 años), la estación fue una “Voz que clamó en el desierto”.
INICIOS, UN RETO
En los años cincuenta del siglo XX (justo después del final de la II Guerra Mundial), la radio lo era todo. Reunirse en torno al aparato del que salían voces y música era cosa común, y fue punto de encuentro de las familias.
Esta adhesión de las familias a la radio fue lo que motivó al padre jesuita Manuel de Maguregui a aceptar en 1954 el desafío propuesto por el entonces arzobispo de Panamá, monseñor Francisco Beckman de dirigir una emisora.
Fue con un desvencijado transmisor donado por los padres vicentinos como todo empezó. La fecha exacta sigue siendo un mito, aunque hay dos versiones: una señala que la primera emisión fue el 31 de octubre, y otra que pone el 1º de noviembre como fecha oficial de inauguración, con presencia de altos funcionarios.
De lo que no hay duda es que, en octubre de 1954, ya Radio Hogar estaba al aire.
Los padres jesuitas le imprimieron personalidad a la estación. Su valentía y vocación profética fue la nota característica durante los 50 años que la manejaron, tanto que, al 3er director, padre Luis Medrano, los militares lo expulsaron del país por atreverse a criticarlos en plena efervescencia de su toma del poder en 1970, mientras el padre Jon Iriarte murió electrocutado cuando inspeccionaba la caseta de transmisión en “La Pulida”, el 6 de junio de 1974.
VOCACIÓN: CRECER
Con el padre Fernando Guardia Jaén, en la década de los noventa del siglo pasado, la emisora da un salto de calidad y cantidad. Por un lado se obtuvo un transmisor de mayor potencia, se estableció la emisora en un local propio y Penonomé le dio abrigo a una sucursal en un edificio de su propiedad, que todavía presta servicio.
Hoy en día el edificio alberga al programa del Maestro en Casa, del Instituto Panameño de la Educación en Radio, IPER. La Arquidiócesis le concedió el uso de estas instalaciones para sus producciones radiales.
LA NUEVA RADIO
Estos 67 años encuentran a Radio Hogar inmersa en nuevo proceso de transición.
Gracias a la gestión del arzobispo Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, ya la emisora obtuvo frecuencias en todo el país, en FM, lo que le da una calidad superior.
Hay que recordar que, en tiempos de los militares, la frecuencia modulada le fue suspendida, lo que le dejó solo con la AM, y limitada a ciertas áreas urbanas cercanas a la capital.
Bajo la dirección del sacerdote diocesano Manuel Villarreal, Radio Hogar cuenta hoy en día con equipos de alta gama, completamente automatizados, y un estudio moderno con capacidad para emitir en audio y video.
JUNTOS
El sueño del arzobispo Ulloa Mendieta es lograr una corporación de medios católicos arquidiocesanos, capaces de articular una gestión en conjunto, lo que ahorra costos al tiempo que permite unidad del mensaje de la Iglesia al pueblo de Dios.
Esto implica que Radio Hogar, Panorama Católico y FETV, sin perder cada uno su personalidad y carismas, emprendan como un cuerpo la tarea de educar, informar, entretener e iluminar la realidad desde el evangelio.
Una emisora que trabaja por la democracia
Ahí donde hubo una lucha popular y reivindicativa, siempre estuvo y estará Radio Hogar. La entrevista (la última que se realizó) con la voz del desaparecido padre Héctor Gallego, da testimonio del carácter de esta emisora.
Siempre del lado de los que sufren persecución, de quienes no tienen voz, de los más pequeños, al mejor estilo de Jesús.
Otro hito está fechado en 1979, cuando la emisora puso sus antenas al servicio de los educadores que se oponían a la Reforma Educativa, y se fueron a huelga nacional.
Esta emisora, entonces en manos de los padres jesuitas, no escatimó esfuerzos para apoyar el movimiento que se oponía a la Reforma, tildada de comunista y, por ende, opuesto a la fe.
En 1982 el país vuelve a sufrir un recrudecimiento de su crisis democrática, social y económica, lo que provoca nuevos roces entre los gremios profesionales y el gobierno.
Ahí estuvo Radio Hogar del lado de los que no tienen voz, dando su aporte. Según testimonios de quienes participaron en aquellas gestas, la labor de Radio Hogar fue estratégica para lograr los objetivos, aun cuando tuvo un alto costo para algunos comunicadores que fueron arrestados, torturados y obligados a cerrar los programas que tenían en la emisora.
Pero no solo les cerraban el programa, sino que les cancelaban las licencias de radiodifurores. Tal es el caso del profesor Milciades Ortiz, periodista de larga trayectoria quien tuvo un programa en Radio Hogar a pesar de las presiones y el acoso.
El entonces presidente de la república, Aristides Royo (hoy ministro del Canal de Panamá), intentó convencer a quien fungía como arzobispo, monseñor Marcos Gregorio McGrath (Q.E.P.D.), para que cerrara el programa de Ortiz.
El Arzobispo no cedió, y el mazo cayó. Lo mismo ocurrió con otros radioperiodistas como Luis Pimentel y Miguel Antonio Bernal, a quienes les cerraron sus programas en Radio Hogar y les cancelaron sus licencias. Pero la emisora nunca cedió. Le quitaron la frecuencia y el terreno donde tenían la antena. Pero nada de eso funcionó para que dejara de ayudar; la lucha siguió hasta la caída del régimen, en 1989.