Salen del templo para llegar a los más alejados

Salen del templo para llegar a los más alejados

El caminar pastoral de la comunidad parroquial de la Inmaculada Concepción de Pacora es complejo debido al gran crecimiento poblacional y la gran cantidad de comunidades que existen en este sector del área este del país. Y decimos complejo porque solo 3 sacerdotes, Nelson Torres, Juan Restrepo y Gregorio Sijín, atienden la feligresía de Pacora centro y las 15 capillas, que a su vez, atienden más de 5 barriadas cada una.

Es un gran trabajo, intenso y sin descanso, pero los Misioneros Javerianos de Yarumal, están dispuestos cada semana para ir por las comunidades realizando visitas y dedicando tiempo, siempre fundamentados en los principios del plan pastoral arquidiocesano… la evangelización, ir a lugares alejados, la labor con los laicos, la conversión, y la realización de nuevas estructuras parroquiales.

Así, se rotan durante la semana para compartir con las familias de los diferentes sectores. Los domingos se trasladan hacia las capillas más grandes en donde llegan más personas, celebrando dos o tres eucaristías, y luego se turnan para atender las capillas más pequeñas.

Además, cuentan con el apoyo de un diácono, tres religiosas Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia y 5 aspirantes al diaconado permanente, que apoyan en la parte celebrativa y en la cercanía con los fieles.

El padre Nelson Torres, párroco, señala que aunque la labor es ardua, siguen firmes en el cumplimiento del plan pastoral, y que gracias a esto, la feligresía ha creado su identidad como parroquianos y cada vez más están firmes en su fe.

En estos momentos trabajan en el proyecto de creación de 4 cuasi parroquias en las 4 zonas pastorales para que cada una tenga un sacerdote encargado y puedan empezar a caminar con autonomía.

Evangelizando a los más pequeños

El proceso de evangelización permanente que realizan, los lleva a trabajar sobre todo con los niños. “Nosotros creemos que se tiene que empezar con los más pequeños porque a ellos se les puede llamar la atención y podemos sembrarles cosas que tal vez a un joven o a un adulto, les es más difícil”, destaca el padre Nelson.

Por eso llevan un programa en el que conjugan catequesis y tratan de combatir la realidad del área, que es el hambre, a través de un programa de nutrición, en el cual, con la ayuda de madres comunitarias y el banco de alimentos, logran dar alimento complementario a los niños de los diferentes sectores.

Esto lo pudimos constatar en la visita, ya que nos trasladamos a la vivienda de una de las madres, que a pesar de tener un hijo en silla de ruedas, y que requiere de cuidados especiales, aceptó la propuesta del padre Nelson para llevar a cabo este comedor comunitario, que está iniciando en la comunidad de La Hugo.

Ella va casa por casa, buscando a los niños, que alegres le esperan, para llevarlos a su vivienda en donde les tiene preparada una jornada de cantos, oración, catequesis y una rica merienda.

“No hay impedimento para no poder realizar la labor evangelizadora, siempre se puede ayudar y brindar un granito de arena, a pesar de las dificultades que tengamos”, destacó.

Juventud, pilar y esperanza

Cientos de jóvenes participan dentro de la parroquia Inmaculada Concepción, cada uno desde sus diferentes comunidades. Las comunidades juveniles, las pastorales juveniles y los jóvenes de confirmación realizan reuniones semanales para formarse y acrecentar su fe.

Además, sueñan con vivir la experiencia de la Jornada Mundial de la Juventud, para la cual también se preparan; algunos como voluntarios, otros como peregrinos, otros arreglando las capillas, pero siempre trabajando en su formación espiritual.

En estos momentos, la comunidad parroquial tiene espacio para hospedar 4 mil peregrinos; además 220 voluntarios de la parroquia, y alrededor de 1000 peregrinos que participarán de la JMJ 2019.

Atención a las capillas

Durante nuestra visita, pudimos compartir con feligreses de diferentes capillas; algunas en proceso de construcción, otras ya bien cimentadas y con gran actividad pastoral.

En la barriada Condado Real está la capilla Virgen de Guadalupe. Con una estructura en pleno proceso de construcción, tiene un comedor infantil y maneja alrededor de 1000 familias, indígenas en su mayoría.

Rosaura Castillo, es una de las fieles que trabaja en esta comunidad y señala que están organizados por zonas. Todos salen a la labor evangelizadora, cuentan con catequesis familiar, de confirmación y bautismo.

“No es una labor difícil, pero con la ayuda de los sacerdotes, se puede lograr …soy madre de 3 niños y junto a mi esposo, nos ayudamos para tener tiempo y atender la capilla… Dios siempre nos da el tiempo y lo necesario para venir a alabarle y a trabajar para él”, destacó.

En la capilla Medalla Milagrosa, de Los Portales también trabajan para tener listo su templo en enero del 2019, y poder recibir peregrinos. La comunidad está alegre en este sector y ven la JMJ como una fiesta, hay muchas familias de acogida.

“La comunidad juvenil es pequeña, pero estamos trabajando con los jóvenes de confirmación, queremos atraer a los más alejados”, destacó Yamilka Sánchez, joven de la capilla.

La comunidad de Nueva Esperanza es una de las más grandes; en ella los fieles demuestran un gran liderazgo, y están de fiesta con la JMJ 2019. En una de las casas nos abrieron sus puertas, tal cual harán con los peregrinos.

Desde que inició la preparación de la jornada, están en espera de los jóvenes para compartir con ellos; han aprendido mucho de las formaciones y esperan recibirlos para darles cariño y hacerles sentir en casa.

“Esperamos que la JMJ nos deje una buena experiencia con los muchachos y que quede esa semilla aquí en la comunidad”, expresó Eneida, la dueña de la vivienda.

Por otro lado, Nelly García, del área de Felipillo, nos recibió en su vivienda, la cual está adecuando para recibir 10 peregrinos. A pesar de que al principio tenía temor de recibir jóvenes para la JMJ porque creía que su hogar no era apto, se animó luego de que los sacerdotes hablaran con ella y le explicaran que no se trataba de lujos, sino de espacios y calor humano. “Les recibiré con cariño y los haré sentir como en casa, serán otros hijos para mí”, destacó.